La “textoteca“ fue un trabajo propuesto por Gabriela Colaccini nuestra profesora de
Oralidad, Lectura y Escritura.
El trabajo nos ayudo a descubrir, aquellos
textos internos, de los que habla Laura
Devetach en el libro “La
Construcción del camino lector”.
Textos internos y externos que forman parte
de nuestro mundo personal interno, y colectivo compartido.
Es una cargada de sonidos, sensaciones, emociones y
palabras que pueden estar sueltas, en una copla, en canciones, en rimas,
refranes, en cuentos, en novelas, en
graffittis... y en tantos otros soportes.
Nos ayudo a recuperar la importancia y el
valor del tiempo neto leído, ese tiempo robado a las obligaciones, realizado
con curiosidad con placer. Es un patrimonio de textos no convencionales, que en un tiempo y espacio privado nos fuimos apropiando, a través de la lectura autónoma interesada y pasional. Es ese tiempo valioso que nos dimos para leer con deseo, con gozo, sufrimiento, curiosidad o sobresalto.
Que comenzó mucho antes de que aprendamos a leer la letra escrita. Comenzó cuando la oralidad se mezclaba con lo cotidiano, con las historias, los ritmos, las poesías populares, todo lo que escuchábamos en los afectos, en los gestos, los abrazos, los brindis, eran palabras del cuerpo que fundaron el inicio de nuestro camino lector.
Nos ayudo a retomar y reflexionar sobre ese equipaje de palabras, ese bagaje privado y compartido a lo largo de nuestra vida, de nuestra infancia que alimenta nuestro mundo literario, nuestro
lenguaje, nuestra cultura.
Descubrimos ser textotecas ambulantes, que vamos recorriendo
este camino que aun seguimos sorprendiéndonos y creciendo, vamos zigzagueando
en este mundo lleno de obstáculos y
metas.
Seguimos con el afán de ir nutriendo esta profesión, de palabras de recursos
nuevos y buenas ideas.
Por eso vale la pena proponerles a todos a cada uno, la realización
que este trabajo personal.
Recordar las etapas de tu vida, aquellas
lecturas que te apasionaban, que te hacían reír, los concejos de tu abuela, de
un conocido que te alentaron sin saber, esas canciones que nos marcaron, que
fueron formando parte de ti mismo. Buceemos en el interior del recuerdo para descubrir todos esos textos que forman
parte de lo más profundo de uno mismo. Son importantes, son parte de uno mismo, de la esencia al hablar, no olvidemos
lo bello que es encontrar en el camino a la poesía.
“No existen lectores sin camino y no existen personas
que no tengan un camino empezado aunque no lo sepan”. Laura Devetach
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