Salud y alimentación de los niños
“Alimentación
Saludable en la Escuela”
En el siguiente trabajo se analizará la salud
y alimentación de los niños, las enfermedades, los síntomas, los posibles
tratamientos. Como influyen en el aprendizaje y el rol del docente como
promotor de salud. El tema elegido para analizar fue el sobrepeso y la
obesidad. Primero presentare un marco teórico de los conceptos básicos que
competen este trabajo investigativo.
En la
niñez es fundamental alimentarse saludablemente para crear buenos hábitos de
vida. Marco teórico
El
concepto de salud según la Organización Mundial de
la Salud tiene una definición concreta: Salud es el estado completo de
bienestar físico y social que tiene una persona. Esta definición es el
resultado de una evolución conceptual, ya que surgió en reemplazo de una noción
que se tuvo durante mucho tiempo, que presumía que la salud era, simplemente,
la ausencia de enfermedades biológicas. La
OMS revisó esa definición y finalmente la reemplazó por esta nueva, en
la que la noción de bienestar humano trasciende lo meramente físico.
El doctor Floreal Ferrara tomó la definición
de la OMS e intentó complementarla, circunscribiendo la salud a tres áreas
distintas:
La
salud física, que corresponde a la capacidad de una
persona de mantener el intercambio y resolver las propuestas que se plantea.
Esto se explica por la historia de adaptación al medio que tiene el hombre, por
lo que sus estados de salud o enfermedad no pueden estar al margen de esa
interacción.
La
salud mental, el rendimiento óptimo dentro de las
capacidades que posee, relacionadas con el ámbito que la rodea. La salud radica
en el equilibrio de la persona con su entorno de ese modo, lo que le implica
una posibilidad de resolución de los conflictos que le aparecen.
La
salud social, que representa una combinación de las
dos anteriores: en la medida que el hombre pueda convivir con un equilibrio
psicodinámico, con satisfacción de sus necesidades y también con sus
aspiraciones, goza de salud social.
La OMS, luego de caracterizar el concepto de
salud, también estableció una serie de componentes que lo integran: el estado
de adaptación al medio (biológico y sociocultural), el estado fisiológico de
equilibrio, el equilibrio entre la forma y la función del organismo
(alimentación), y la perspectiva biológica y social (relaciones familiares,
hábitos). La relación entre estos componentes determina el estado de salud, y
el incumplimiento de uno de ellos genera el estado de enfermedad, vinculado con
una relación triádica entre un huésped (sujeto), agente (síndrome) y ambiente
(factores que intervienen).
El saber cómo alcanzar la salud conlleva una
intervención de transformación o refuerzo de los factores que influyen en la
salud; intervención en gran medida comunitaria, ya que el grado de salud, como
ya se expresó, también depende de
factores sociales.
Alimentación: Es el conjunto de procesos que permite a los organismos utilizar y
transformar los nutrientes para mantenerse vivos. Pero aún es más, es la base
necesaria para un buen desarrollo físico, psíquico y social de los niños. Una
alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y
la energía que cada persona necesita para mantenerse sana.
Relacionando ambos conceptos se puede decir
entonces, que la alimentación es un
elemento importante en la buena salud.
Una persona bien alimentada tiene más oportunidades de:
•
Desarrollarse plenamente
•
Vivir con salud
•
Aprender y trabajar mejor
•
Protegerse de enfermedades.
La alimentación variada asegura la
incorporación y aprovechamiento de todos los nutrientes que necesitamos para
crecer y vivir saludablemente.
Alimentarse saludablemente, mejora la
calidad de vida en todas las edades.
Los niños necesitan una alimentación
balanceada en todos los aspectos. No puede faltar la proteína que es
importantísima para que los músculos se desarrollen y puedan crecer fuertes y
saludables. Es importante además implementar calcio para que los huesos estén
fuertes. Básicamente el niño debe comer de todo, harinas, dulces, frutas y
verduras, a no ser que tenga alguna alergia o intolerancia, lo cual debe ser
tratado con más profundidad.
En definitiva una buena alimentación es vital para que el
niño crezca sano y fuerte. Comer bien afecta no sólo a su crecimiento físico,
sino también a su desarrollo intelectual.
Una buena nutrición y una buena salud están
directamente conectadas a través del tiempo de vida, pero la conexión es aún
más vital durante la infancia. Durante este período, los niños pueden adquirir
buenos hábitos alimenticios en lo que se refiere a la variedad de los alimentos
y al sabor de las comidas.
Una nutrición
correcta se hace imprescindible para lograr un estado saludable.
De hecho, la mayor parte de las
enfermedades actuales guardan una estrecha relación con la dieta alimenticia
(ej., la diabetes, la caries dental). Una buena práctica nutricional se
caracteriza por una dieta equilibrada, que contenga todas las sustancias
nutritivas esenciales (ej., minerales, vitaminas, proteínas), y un consumo
adecuado, evitando una ingesta excesiva de alimentos. O dicho de otro modo, la
dieta saludable es aquella que minimiza el riesgo de desarrollar enfermedades
relacionadas con la nutrición (Hegsted, 1984).
Además de agua, los alimentos contienen cinco tipos de componentes
químicos que aportan nutrientes específicos para el buen funcionamiento del
organismo: carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas y minerales (Holum,
1987).
Cabe señalar que entre los hábitos
alimenticios más recomendables para implantar, se encuentran la disminución del
consumo de grasas animales, aumento del
consumo de leche, patatas y especialmente verduras, frutas y alimentos de alto
contenido en fibra, reducir el consumo de azúcar, dulces y harinas refinadas y
evitar el consumo excesivo de alcohol.
Hoy
existen en el mundo alrededor de 42 millones de niños y niñas con
sobrepeso, de los cuales más del 80% viven en países en desarrollo.
|
Alimentarse correctamente quiere decir comer diariamente de los tres grupos de alimentos: verduras y frutas, cereales y tubérculos, leguminosas como el frijol y alimentos de origen animal.
La OMS define la obesidad como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que
puede ser perjudicial para la salud”, y que afecta “a todas las edades y grupos
socioeconómicos”.
El sobrepeso y la obesidad, son un problema
de salud pública que además está calificada como una de las epidemias del siglo
XXI. Consecuencia del sedentarismo, la
inactividad física.
Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial.
Se puede que distinguir el sobrepeso de la obesidad.
Una persona tiene sobrepeso cuando su peso está por encima del aconsejado en
relación con la talla, y esto se calcula con el IMC o índice de masa corporal.
El índice de masa corporal (IMC) es un
indicador simple de la relación entre el peso y la talla (altura) Se calcula
dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en
metros (kg/m2).
Se considera que existe sobrepeso cuando el
IMC se encuentra entre 25 y 29,9, mientras que a partir de un IMC 30 se considera
que la persona es obesa. Diversos estudios han relacionado el sobrepeso durante
la infancia con la obesidad al alcanzar la edad adulta, y los profesionales
médicos advierten que hay que prevenir y tratar los problemas de peso desde la
niñez para evitar que estos trastornos.
La causa del sobrepeso y la obesidad
Básicamente, el sobrepeso y la obesidad son
producto de una alteración en el balance de energía entre las calorías
consumidas y gastadas.
En la actualidad, a nivel mundial se dan en
paralelo dos situaciones que generan el aumento de problemas y desbalances en
tal sentido:
• Un
aumento en la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y
azúcares simples pero pobres en fibra, vitaminas, minerales y otros
micronutrientes;
• Un
descenso en la actividad física como resultado de la naturaleza cada vez más
sedentaria de muchas formas de trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y
de una creciente urbanización.
La
infancia es la etapa de la vida en la que comienzan a establecerse las
costumbres o hábitos alimentarios y a partir de la adolescencia, estos hábitos
adquiridos se hacen más resistentes al cambio. Una alimentación sana ayuda al
buen crecimiento y desarrollo de los niños, incluyendo el éxito escolar. Lo que
se intenta ayudar que los niños/as tomen conciencia, de lo importante que es comer
las cantidades recomendadas de los principales grupos alimenticios y dentro de
estos, una variedad de alimentos nutritivos para obtener suficientes vitaminas,
minerales y otros nutrientes necesarios para la buena salud. Ya que la realidad
demuestra que la mayoría de los niños no consumen grupos alimenticios de granos y de frutas y
verduras, lo que genera un déficit de fibra. Tampoco consumen suficiente
calcio, potasio, magnesio y vitamina E.
Un IMC elevado es un importante factor de
riesgo de enfermedades no
transmisibles, como: enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión
arterial e hipercolesterolemia. El exceso de peso supone una sobrecarga para
los huesos y el aparato locomotor, disminuye la tolerancia al ejercicio físico,
y provoca problemas respiratorios. A
demás de trastornos del aparato
locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las
articulaciones, muy incapacitante); algunos cánceres (del endometrio, de mama y
de colon).
La obesidad también tiene consecuencias
negativas para la piel, ya que favorece el desarrollo de infecciones en los
pliegues, y la aparición de hematomas ante mínimos traumatismos. Los niños
obesos tienen un riesgo considerablemente mayor de padecer estas enfermedades y
de desarrollar obesidad mórbida, la forma más grave del trastorno, al llegar a
la edad adulta.
"Recordar que
la alimentación es un hábito que se adquiere en el seno familiar"
|
•
Mayor facilidad para padecer hipertensión e hipercolesterolemia.
•
Baja adaptación al ejercicio.
•
Mayor facilidad para padecer episodios de asma.
•
Problemas psicológicos como aislamiento, depresión y ansiedad derivados
del aislamiento y las burlas de sus compañeros, o la dificultad para rendir en
los deportes y juegos.
•
Dificultad para dormir bien, que se deriva de los ronquidos y
despertares frecuentes.
•
Se puede producir una infiltración grasa del hígado.
•
Cuadros a nivel neurológico que llegan a simular tumores cerebrales por
aumento de la presión intracraneal.
El
Sobrepeso influye en el aprendizaje de los niños/as ya que suelen ser objeto de
burlas y rechazo por parte de sus compañeros. Esta exclusión crea problemas
psicológicos que se pueden extender hasta la vida adulta. Algunos de los
problemas psicológicos más comunes son:
Baja autoestima:
La autoestima es cómo se ve uno mismo. Cuando una persona tiene baja autoestima
suele describirse en términos negativos y cree que no es tan bueno como el resto
de las personas. Un niño que siente rechazo por ser obeso puede tener muy baja
autoestima y arrastrar esta falta de autoestima hasta la vida adulta.
Percepción negativa de la imagen corporal: Según las encuestas, nueve de cada diez niños obesos se sienten
avergonzados de su aspecto y creen que si pierden peso dejarán de ser objeto de
burlas.
Depresión: Para
algunos niños, la tristeza y el aislamiento causados por el rechazo pueden
derivar en depresión. La depresión es una enfermedad seria que implica
trastornos químicos en el cerebro y tiene que ser tratada. Los niños no pueden
resolver este problema por sí solos.
En definitiva, las consecuencias psicológicas
de la obesidad son muy reales para la mayoría de los niños obesos, que
necesitan la ayuda de los adultos y profesionales para superarlas.
PROMOVER ACCIONES DE EDUCACIÓN PARA FOMENTAR ESTILOS DE VIDA, DEBE SER UN COMPROMISO POR PARTE DE TODOS.
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Tratamiento
y prevención de la obesidad infantil
La detección precoz y la instauración de
medidas higiénico-dietéticas adecuadas pueden corregir el problema antes de que
vaya a más. La intervención alimentaria debe estar orientada a conseguir que el
peso del niño disminuya, pero sin interferir en su crecimiento y desarrollo. Lo
más efectivo es confeccionar un menú equilibrado, que incluya todos los
alimentos necesarios en las cantidades adecuadas, y establecer unas pautas de
ejercicio físico, reduciendo todo lo posible las actividades sedentarias.
Los objetivos en el tratamiento de la
obesidad infantil se establecen a largo plazo, ya que es conveniente que la
pérdida de peso sea lenta y progresiva y lo que se persigue, además de eliminar
el sobrepeso, es establecer un estilo de vida saludable, basado en una
alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio físico. Por ello para
mantener buena salud y un peso sano, los expertos recomiendan que los niños
realicen por lo menos 60 minutos diarios de actividad física moderada.
Otras recomendaciones:
Ø Controlar el tamaño de las porciones para que los niños no consuman más
calorías de las que necesitan, especialmente en los alimentos y bebidas menos
nutritivos que contienen azúcar agregada y grasas sólidas, saturadas y trans.
Ø Encontrar un equilibrio entre la cantidad de alimentos que comen y la
actividad física que realizan regularmente para desarrollar un peso saludable.
Realizar actividades físicas en familia permite pasar tiempos juntos y
divertirse mientras se mantienen en buena forma. Salgan de paseo, den caminatas
o vayan a nadar o a jugar boliche
Ø Sea un ejemplo. A los niños les
encanta imitar, así que si el adulto se
alimenta bien y realiza actividades físicas es más probable que ellos
también lo hagan. Tener una actitud positiva y demuéstrales que los hábitos
saludables, como probar alimentos nuevos
y dar una caminata diaria son entretenidos y nos hacen sentir bien.
Ø Es muy importante que la familia se involucre en este cambio de hábitos
de vida, procurando realizar las principales comidas juntas, cuando esto sea
posible, y participando en los deportes y actividades lúdicas activas junto al
menor.
En este contexto, para luchar contra la
epidemia de obesidad infantil y sus enfermedades asociadas, la responsabilidad
individual no es suficiente. El papel de los gobiernos es fundamental, y por
ello deberían:




Involucrar a múltiples actores (organismos internacionales y nacionales, la sociedad civil y las empresas privadas) pero en un marco que evite caer en conflictos de interés que atenten contra el desarrollo de las políticas públicas eficaces.
No obstante, la educación no sólo debe
centrarse en inculcar pautas de alimentación, sino que, además, también se requiere hacer una llamada de
atención especial al preocupante aumento de sedentarismo en nuestro país,
especialmente entre la población infantil, que se erige como uno de los
principales factores de riesgo para la aparición de la obesidad.
Para ello, tanto desde la escuela, el
instituto o desde otras actividades extraescolares se debe propiciar el
ejercicio físico en la población infanto-juvenil para que se frene esta
tendencia en auge.
La escuela juega un importante papel en la
prevención de la obesidad ofreciendo a los niños información sobre los aspectos
nutricionales de los alimentos y cuáles son los hábitos alimentarios que deben
adoptar para mantener una buena salud. Es importante considerar que los hábitos
alimentarios, higiene y estilos de vida saludables se asimilan e integren a la
personalidad durante los primeros años de vida, consolidándose hasta perdurar
incluso en la edad adulta.
Desde el nivel inicial si tenemos en cuenta
que debemos cuidar todo lo que ingerimos para que no nos haga daño,
sabiendo que la alimentación saludable
es lo importante de nuestra vida, y la de los niños/as para mantenernos activos y con energía. La idea es desarrollar
en la clase una serie de actividades y experiencias para favorecer la adquisición de competencias y que
los niños/as tengan mayor conciencia
sobre lo que necesitan comer diariamente
y la importancia de consumir
todos los grupos de alimentos sanos, para crecer, desarrollase y estar sanos.
Como por ejemplo con la siguiente actividad Para
una sala de 5 años de unos 15 niños y niñas. Se busca que los niños comprendan la importancia
que tiene una alimentación rica y equilibrada para el cuidado de nuestra salud.
Objetivo: Que
reconozca la importancia y los beneficios de una alimentación equilibrada,
Contribuir a reducir problemas de salud
relacionados con la alimentación, y en definitiva a mejorar los hábitos
alimenticios.
Como objetivo último que se persigue un cambio de las actitudes del grupo, que
repercutan en el ámbito familiar y
social.
Expectativas de logro: Que Identifique, entre los
productos que existen en su entorno, aquellos que puede consumir como parte de
una alimentación correcta.
Contenidos:
• Reconoce
la importancia y características de los alimentos saludables.
Actividad: Para
iniciar la actividad "tiempo
de compartir" se
presentaran con algunas láminas ilustrativas diferentes alimentos conocidos por
los niños y posteriormente cuestionar a los pequeños para motivar sus
intervenciones. ¿Qué son los alimentos? ¿Qué alimentos consumen? ¿En qué
momento del día se alimentan? ¿Qué alimentos les gustan más? Permitiendo que compartan sus saberes previos sobre los alimentos.
Luego plantear ¿Cuál es la importancia de la
alimentación saludable? ¿Qué nos aportan los alimentos? ¿Qué es el plato del
buen comer? así poder introducir los grupos de alimentos y porciones diarias
recomendadas. Plantear que una dieta para que sea equilibrada debe aportarnos
todos los nutrientes básicos y la fibra necesaria a nuestras necesidades, a
base de ingerir diversos alimentos de los cuatro grupos básicos: cereales,
frutas y vegetales, productos lácteos y carnes y pescados (Nelson, 1984).
Para transmitirle el mensaje, de lo importante
de comer sano y variado. Colocaremos
alimentos de varios colores y sobre un plato de cartón o plástico en el
centro de cada mesa de cinco chicos, le
entregamos un plato a cada uno. Para realizar esta actividad podemos utilizar modelados de alimentos de los tres
grupos cereales frutas verduras hechos con cartulina, foami o recortes de
revista esto les permitirá comenzar a manejar raciones. Y proponerles que armen
su plato de comida. Preguntar ¿Sabes qué
te aportan los alimentos?¿Sabes qué beneficios aporta cada grupo de alimentos a
tu cuerpo?
Para el final entre todos un collage para la clase para colgar en tu
aula de preescolar como un recordatorio de la elección de alimentos saludables.
ROL DEL DOCENTE COMO PROMOTOR DE LA
SALUD FÍSICA Y MENTAL
SALUD FÍSICA Y MENTAL
Uno de los actores medulares en la
transición hacia una escuela promotora de la salud, es sin duda el docente, ya
que su función formadora de actitudes y valores positivos para la salud,
trasciende en la vida de sus alumnos, así como en el entorno escolar, familiar
y comunitario. De aquí, la importancia de su papel en el desarrollo de una
nueva cultura de la salud, en la formación integral del estudiante, promoviendo
prácticas saludables y la creación de entornos seguros, sanos en el aula y en
la escuela.
Al promover el desarrollo de competencias
orientadas a identificar y modificar los determinantes de la salud, entendidos
éstos como todas aquellas causas y condiciones que por sí solas o de manera
conjunta, favorecen o afectan la salud y la de su entorno.
El docente debe servir de guía y
orientador, de sus alumnos, con compromiso con responsabilidad, ser modelo de principios es darle en el salón de clases, las herramientas
necesarias para su protección y cuidado físico como mental, tanto intelectual como
emocional, esto se va dar mediante las
actividades diarias. Desarrollando la práctica con paciencia, sensibilidad,
alegría y espontaneidad.
Se debe explicar a los niños los peligros que
contienen ciertas actividades. Orientarlos mediante los contenidos diarios la
prevención de enfermedades.
Se trata de promover, fomentar y permitir la
adquisición de habilidades personales y sociales que conduzcan a crear valores
y actitudes positivos hacia la salud, como: la capacidad en la toma de
decisiones personales, la participación, el auto cuidado de su salud, la
solidaridad, cooperación e igualdad, elementos que deben estar acordes al
desarrollo físico, mental y sociocultural del niño, OPS,(2003)
El objetivo fundamental es formar futuras
generaciones que dispongan de conocimientos, habilidades y destrezas necesarias
para promover y cuidar su salud, la de su familia y su comunidad, así como
crear y mantener ambientes de estudio, trabajo y convivencias saludables. Está
fundamentada en la moderna concepción de salud, definida en la Carta de Ottawa
en 1986.
Por ello el entorno escolar debe ser
promotor de la salud, asumiendo la responsabilidad de brindar a sus integrantes
los medios de sanidad y seguridad necesarios para el logro de dichos objetivos.
Los cuidados que se deben tener en cuenta
con el niño para contribuir a su desarrollo armónico en
los aspectos biológico, psicológico y social es responsabilidad de los adultos
que lo rodean, debido a esto el objetivo primordial será propiciar las mejores
condiciones para que pueda construir esas metas.
Los principales problemas de
salud pueden prevenirse con pertinencia desde las escuelas, al promover una
nueva cultura de auto cuidado y la conformación de ambientes saludables, a fin
de que niños y jóvenes enfrenten con mejores herramientas, propias y
colectivas, situaciones que afecten su bienestar.
Paulo Freire.
Bibliografía utilizada:
- http://espanol.babycenter.com/a13200013/consecuencias-de-la-obesidad-en-los-ni%C3%B1os#ixzz34XOIgklx
- · http://blog.fiab.es/index.php/el-sector-de-la-alimentacion-y-bebidas-comprometido-con-la-promocion-de-habitos-de-vida-saludables-en-la-infancia/#sthash.kpRifCjz.dpuf
- · Eva Salabert, periodista experta en salud
- · Revista EDUCARE, Volumen 14, Número 1, Enero –Abril 2010. ISSN: 2244‐7296
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